Presentación del libro de Martí Batres: “Las claves de AMLO” en el Club de Periodistas
Martes, 27 de enero de 2009
Filomeno Mata #8, Colonia Centro
Senador Ricardo Monreal Ávila
Buenas noches a todos y a todas las personas que hoy honran con su presencia la presentación de este libro: “Las claves de AMLO”, de Martí Batres.
Primero agradezco la invitación de Martí, quien en días pasados me entregara el libro que ahora comentamos y que disfruté. Deseo iniciar esta presentación con una doble felicitación a Martí Batres: en primer término por la autoría de esta obra que enseguida comentaremos y que me honra mucho estar con Julio comentándola, y en segundo lugar porque ayer fue su cumpleaños; y esta reunión es un buen motivo y un motivo doble para estar reunidos en torno de él. Sé que ayer se la pasó con su familia y sus cuatro hermanas. Yo tengo trece hermanos así es de que me imagino cómo son esas reuniones y a veces tener que responder por todas y por todos.
“Las claves de AMLO” es un libro fresco, escrito con una prosa directa y sencilla y sumamente ilustrativo para entender no a la persona de Andrés Manuel López Obrador, sino al liderazgo político y social que hay detrás de las siglas de AMLO. El libro está precedido de una advertencia subliminal, Edición no venal, es decir prohibida su venta, lo que lo hace doblemente interesante ya que si es cierto aquella conseja popular, de que lo prohibido es lo más apetecido, pero precisamente por eso el libro ahora sí estará a la venta.
Me alegra que muchos mexicanos podamos leer esta indispensable obra. La verdad es que es una obra que se lee de corrido por la claridad en el contenido que mucho le agradecemos al autor. Desde la presentación del libro se puntualizan los alcances de esta investigación y ensayo. Este libro no es una biografía política, aunque analiza trayectoria, vivencias y reflexiones del personaje más importante de la etapa contemporánea de este país. Se trata más bien de un ensayo que condensa vida y pensamiento para explicar las causas del avance electoral sin precedente de la izquierda mexicana y del método utilizado por López Obrador desde 1988 hasta el 2006 para lograrlo.
Martí escudriña y recrea las claves del personaje político desde sus inicios como organizador social de las comunidades indígenas de la Chontalpa hasta la etapa de Presidente Legítimo de México, transitando por el luchador político de oposición en Tabasco, el dirigente nacional del PRD, el gobernante de la ciudad de México y el candidato a la presidencia que llevó a la izquierda a ganar la presidencia que nos fue robada a los mexicanos.
Con apoyo en una puntual investigación historiográfica, hemerográfica y con estadísticas electorales, Martí reconstruye el nacimiento y crecimiento de un fenómeno político en México: el liderazgo indiscutible de Andrés Manuel López Obrador; rescata algunos indicadores que por obvio se pierden en la memoria colectiva. Por ejemplo: López Obrador es el dirigente político que más municipios y comunidades recónditas ha visitado en la última década, tan sólo como presidente legítimo ha estado en más de dos mil municipios. También es el dirigente-candidato que más mexicanos ha saludado directamente de mano, el que más kilómetros ha recorrido del territorio nacional y el que más veces ha llenado el Zócalo de la ciudad de México: 30 veces hasta el pasado mes de noviembre, aclaro. Con el acto de antier, hace tres días, 31.
Por cierto que los Amlofóbicos se quedaron con sus presagios siempre pesimistas y detractores contra Andrés Manuel. Dijeron que no iba a tener capacidad para llenar el Zócalo y estaba abarrotado.
Andrés Manuel tiene 55 años de edad, más de 30 años de su vida dedicados a la cimentación y construcción de liderazgo político que hoy todos reconocemos. Algunos de buena y otros de mala manera; con respeto y con temor, con filias y con fobias, pero nadie, nadie puede ignorar que ahí está, que ahí sigue y que está muy lejos de su extinción o su olvido.
Martí decodifica las claves de este fenómeno político llamado Andrés Manuel López Obrador. ¿Cómo le hizo y qué sigue haciendo López Obrador para ser referencia obligada, ineludible de la izquierda mexicana?, Nuestro autor, que ha tenido la fortuna y la pericia de haber seguido de cerca la actuación de AMLO en más de una década, identifica 20 claves o postulados de un método de lucha y construcción.
Dado que no es mi intención quitarles el gusto y la obligación de leer la obra, sólo comentaré cinco de estas claves o códigos sistematizados por Martí.
Ir a la base de la sociedad, directamente con la gente y no quedarse en la superficie, en la llamada clase política. Consultar con la gente las decisiones más importantes y seguir sus consejos. El pueblo no es tonto, suele decir AMLO, tonto es quien piensa que el pueblo es tonto.
Impulsar el movimiento de transformación social pacífico, independiente del Estado y de los partidos, confiable para la gente y con fuerza suficiente para negociar con los adversarios las demandas de la propia gente; un movimiento con la fuerza y la determinación suficiente para exigir sus demandas --sin romper en estos 31 mítines del Zócalo un solo cristal, una sola llanta ponchada, un solo incidente.
Por eso el partido debe ser el instrumento de la sociedad en movimiento, no al revés. El partido y sus representantes se deben al movimiento, no el movimiento al partido. Por eso los que somos partes del movimiento, no importa donde estemos, lo que importa es mantener los principios y la congruencia y estar a lado de Andrés Manuel López Obrador.
Diferenciarse, definirse, representar algo diferente y a alguien diferente, en cada tema de la agenda local o nacional. El contraste y la diferenciación es lo que permite atraer el respaldo de los grandes segmentos de la población en el caso de AMLO.
En este asunto tan peculiar AMLO definió y decidió representar a los más pobres del país y nosotros juntos con él, y la propuesta de un proyecto alternativo de nación que lo hizo diferente del PRI y el PAN. En el plano electoral esto implica polarizar bajo la competencia política, dejar claro que sólo hay dos opciones: los de arriba y los de abajo; los privilegiados y los marginados; la oligarquía y el poder del pueblo.
Hacer de la honestidad una vida personal, una conducta política del dirigente y un método del gobernante para generar recursos públicos que se destinen a los más pobres. Esta es otra de las claves esenciales del crecimiento y sostenimiento del liderazgo de AMLO. El no es un líder tradicional, no es un político rancio, no es un vividor de la política y no va a ser un levantadedos como él mismo la afirmó.
Después de 30 años de brega política, después de estar 30 años en la lucha con los más pobres, como luchador, como gobernante y como dirigente, Andrés Manuel es el único político que vive en la honrada medianía, en un departamento modesto con su familia y sus hijos. Eso no lo puede presumir ningún otro político.
La quinta clave que describe nuestro amigo Martí es apoyarse en el pueblo para resistir los embates y la adversidad. Esta es la clave de la sobrevivencia, de la conservación y de las potencialidades de liderazgo de AMLO como un fenómeno político del México contemporáneo.
Cada vez que han querido ganarle a la mala el pueblo ha salido a las calles y a la plaza en su defensa; cuando quisieron negarle su registro en el 2000 como candidato del PRD al Gobierno de la Ciudad de México, cuando el desafuero en el 2005, cuando la consumación del fraude electoral en 2006 y ahora cuando la Derecha en el poder le quiere aplicar una especie de muerte cívica cerrándole medios de comunicación, mofándose de sus propuestas, acribillándolo con prejuicios ideológicos, o simplemente ignorándolo o minimizando su existencia.
AMLO está ahí y seguirá ahí en las plazas y calles del país mientras tengamos un país desigual, mientras exista una oligarquía que pretenda entregar los recursos naturales del país, mientras haya gobiernos fallidos y equívocos en lograr una vida mejor y más justa para millones de mexicanos, mientras la corrupción y la impunidad sean características de este sistema, ahí estará AMLO.
Aquellos que pretenden acabar con él como fenómeno político, les vamos a dar una clave: acaben antes con la desigualdad, la marginación, la pobreza, la antidemocracia, la impunidad y el saqueo de los recursos económicos del país.
A los Amlofóbicos les vamos a dar una receta para controlar sus miedos y sus odios: inviertan su esfuerzo, imaginación y recursos en recuperar el crecimiento del país, en crear fuentes de empleo para un millón de mexicanos cada año, para crear tecnología y universidades para medio millón de jóvenes que en cada ciclo se queda sin estudios, en crear un sistema de seguridad pública ciudadana, en diseñar un sistema de redistribución recreativa de la riqueza y no en una concentración excesiva. En fin, el gobierno que parece empeñado en copiar y fusilar las propuestas y banderas de AMLO se está equivocando.
Hoy los panistas dicen que el pelele no dijo lo que dijo en la campaña. Que nos tenemos que olvidar del desempleo, que no lo critiquemos y que no hagamos de eso una bandera electoral. Es, me parece una parte importante de los detractores, tratar de justificar lo que no han podido hacer.
A mí me parece que este es un buen libro. Yo se los recomiendo, es muy rápido de leer y contiene las claves de la figura política que es Andrés Manuel.
Yo quiero comentar por último dos anécdotas que me sucedieron con él: era 1997, no lo conocía. Lo conocí (yo milité en el PRI; el problema no es haber militado en el PRI, el problema es los que siguen militando en el PRI), pero cuando yo lo conocí me invitaron a ser candidato del PRD a gobernador en Zacatecas. Me sorprendió su forma de ser. El me tenía desconfianza porque provenía de aquel sistema corrupto y no le niego razón, pero con el tiempo iba a Zacatecas, preguntaba y como presidente del PRD apoyó la postulación. El PRD tenía el cinco por ciento de los votos en Zacatecas y el PRI tenía el 69 por ciento; a los cinco meses le dimos la vuelta y ganamos la elección con más del 50 por ciento, pero déjenme decirles qué fue lo que me sorprendió que está dentro de las claves que Martí menciona.
En la vieja ortodoxia priísta, lo reconozco, una vez que ganamos le dije a Andrés Manuel: dime quién quieres que esté en el gobierno, si tienes algún recomendado o necesitas algo, y me dijo: No te equivoques conmigo. Ese es tu problema y tú serás el que le responda a tu pueblo, yo no tengo ningún recomendado. Fue una gran lección.
Y la segunda gran lección: cobijado y copado por esa vieja anquilosada y rancia tradición priísta, el gobierno de Zacatecas tenía un avión y le hablé por teléfono para que acudiera a mi toma de protesta y le dije: Andrés, ¿te envío el avión del gobierno?, ya somos gobierno, y dijo no. No me avergüences, actúa como un dirigente honesto; nunca me voy a subir a ese avión y no pagues ese hotel, yo iré con mis propios recursos, con mi esposa Lucía, voy al acto y me regreso; no gastes en cosas frívolas lo que tu pueblo necesita.
Ahí la segunda gran lección, por eso mucha gente no entiende por qué sigo con él; mucha gente dice: es que tú debieras estar en otra parte. No, he decidido que mi vida política va a estar a lado de gente como él, porque tiene mucho qué enseñar y nosotros tenemos mucho que aprender de dirigentes como él. Por eso yo les pido a todos que siempre mantengamos la luz de la esperanza, vamos a cambiar y vamos a transformar este país, a costa de todo porque yo estoy seguro, se los digo ahora, que nuestras familias, nuestras hermanas, nuestros hermanos, nuestros conocidos son siempre perseguidos por nuestras ideas, nosotros lo vamos a hacer. Hay que mantenernos de pie como lo ha hacho Andrés Manuel.
Yo felicito mucho a Martí. Martí es uno de esos extraños casos, de los pocos seres que existen que saben que los principios y la lealtad no tienen variación. Martí también es un hombre que ha demostrado que la congruencia no es una virtud que se presuma, sino que se demuestra. Martí ha sido leal a un movimiento que encabeza Andrés Manuel, y Martí seguirá siendo leal hasta el final. Aquí habemos muchos, leales a ese movimiento. Una mujer admirable: doña Rosario Ibarra, hay aquí gente de ciencias y científicos notables, políticos honestos, líderes en sus delegaciones, en sus colonias; no nos dejemos doblegar, ni por el poder, ni por la amenaza, ni por el dinero.
Yo quiero felicitarlos, muchas gracias.
Dr. Julio Boltvinik
Gracias, buenas tardes. Es un honor estar aquí comentando este libro de Martí. Yo sabía que Martí es un gran político, lo había visto actuar, lo había escuchado, pero no le había leído nada. En cuanto me llegó el libro, hace varios meses, lo leí en menos de 24 horas. Es un libro formidable. No sabía que me iban a invitar a esta presentación. Lo leí, lo dejé a un lado y dije: bueno, en algún momento valdría la pena escribir en mi columna sobre este libro.
Después, cuando me invitaron a esta presentación, lo tuve que volver a leer porque no había hecho ninguna anotación. Es la primera vez en mi vida que en un lapso de un mes leo un libro dos veces y déjenme decirles que con gran placer e interés en ambos casos. Aprendí mucho, me gustó mucho. Es un libro fantástico, es un manual de política. So pretexto de contarnos la vida política de Andrés Manuel nos va enseñando política. No es extraño que cite por ahí el Príncipe de Maquiavelo. Es una especie de manual como el de Maquiavelo excepto que el grueso de las enseñanzas, la siglas en torno a esto que llaman Las Claves de Andrés Manuel… que no sé si son claves; me imagino que el título le ha de haber costado trabajo a Martí. Yo pensé que son más bien los secretos de Andrés Manuel.
¿Cómo es posible que alguien pueda tener el arrastre, la fuerza política, el éxito político que tiene Andrés Manuel? Y nos va develando uno a uno los secretos de esa fuerza política.
Ricardo Monrreal leyó cinco de esas claves, pero leídas así de corrido, como están en el último capítulo de Martí no tienen el mismo sabor. Hay que ir leyendo cómo las va desarrollando a partir de las distintas etapas de la vida política de Andrés Manuel. El libro empieza, prácticamente (salvo un análisis electoral que hace) empieza con lo que llaman las primeras claves con Andrés Manuel en Tabasco. A los 26 años de edad ya tenía esta vocación que parece una obsesión, pero al mismo tiempo es una de sus grandes virtudes políticas: la de pueblear, de ir a los pueblos y entonces, refiriéndose a años --entre 77 y 82, obviamente no existía el PRD-- durante esos años dice Martí, Andrés Manuel recorrió varias veces la entidad, llegó a las comunidades más apartadas, a donde nunca se había parado un funcionario público, recorrió los pantanos, durmió en comunidades y rancherías lejanas. ¿Les suena conocido?, lo está haciendo ahora otra vez, cuando ya no tiene 26 años de edad, muchos años después y lo ha hecho muchas veces.
A lo largo del libro nos va contando cómo es ir a los pueblos, cómo entrar en contacto directo con la gente más sencilla, más humilde de este país. Es el gran secreto. Así le llama en algún momento Martí. De todos los grandes secretos, éste es el gran secreto: el contacto directo con la gente, que además nos la adorna porque no lo complementa, porque nos explica Martí que ese contacto se enriquece por una capacidad especial que tiene Andrés Manuel de conectarse con la gente. Se conecta con la gente, dice Martí porque habla su lenguaje, habla en un lenguaje sencillo, sin jerga de político. Se burla mucho de los políticos de la izquierda, Martí. Hablaban de la revolución permanente…
Porque dice Martí que es una jerga que la gente no entiende y entonces no se hace la conexión. Cuando a la gente se le habla de las cosas de la vida y su vida cotidiana, de su pobreza, de sus carencias, de sus necesidades, entonces sí se hace la conexión y esto lo explica Martí formidablemente y lo repite en cada de las etapas de Andrés Manuel.
Insiste mucho en el movimiento, esta es una de las claves: mantener a la gente en movimiento y describe con una riqueza que yo no me atrevo a tratar de reproducir lo que significa un movimiento para la gente; la única manera en que puedo es acordándome del 68. La enorme libertad, la alegría de vivir, la fusión con los demás, el valor y al mismo tiempo el cuidado, la racionalidad. Pero este vivir en colectividad es un shock tan brutal para nosotros que somos miembros individualistas de una sociedad fragmentada, en la que estamos siempre solos o con la familia, con unos pocos amigos, pero el movimiento crea, nos hace estar inmersos en la colectividad y eso es probablemente una de las razones de este gran fenómeno.
También nos explica que no es necesaria esa jerga marxista de las distintas sectas porque, dice Martí, que lo que necesitamos como lecciones está en la historia de México y eso es lo ha hecho Andrés Manuel: extraer de la historia de México lo que necesitamos. .
Nadie puede estar más de acuerdo con eso, pero creo que no hace daño también asomarse a lo que están haciendo otros y escuchar sus experiencias. Por ejemplo, en este momento están pasando cosas muy importantes y muy interesantes en América Latina y tenemos que estar abiertos y escucharlos y aprender de ellos.
Hay un punto central en todo esto, una de las claves de Andrés Manuel, la explica Martí con palabras a veces de Andrés Manuel. Dice que en las reuniones en corto le dice a los dirigentes, le dice a la gente que lo rodea: tenemos que representar algo distinto. Si queremos tener éxito en la lucha electoral política, tenemos que representar algo distinto porque si no somos como los demás. Y algunos insisten y lo critica mucho, dice Martí, porque buscan moverse al Centro para atraer a mayores multitudes. Pero dice el autor, si te mueves al Centro te vuelves como los demás y ya no atraes a nadie. Te tienes que distinguir claramente.
En algún momento del libro (ya casi me lo sé de memoria eh; después de dos lecturas, las notas que hago muy minuciosas en todas las páginas, vienen siendo como mis resúmenes); en algún momento dice que no sólo hay que distinguirse, sino que hay que polarizar. Que el secreto en una campaña electoral es lograr polarizar para que la elección se decida entre dos y nos muestra muy analíticamente cómo Fox fue el que logró polarizar en la elección del 2000 y cómo Andrés Manuel polariza en 2006 y entonces la decisión electoral se vuelve un asunto de dos que se han distinguido. El tercero siente agobio y dice, el tercero no existe y efectivamente... Madrazo no existió y lamentablemente Cárdenas tampoco existió en la elección del 2000 que se había polarizado, y era un asunto de dos.
En fin, hay en esta primera parte donde va a Tabasco, va construyendo una serie de principios políticos que me parecen fundamentales, muy interesantes: independencia política y la confianza para negociar. Nos explica que negociar no es lo que creen muchos de los partidos de Izquierda que van a ceder a cambio de nada. Eso no es negociar.
Nos demuestra que negociar sólo se hace cuando se parte de una posición de fuerza y que la fuerza se adquiere con el movimiento; es el movimiento el que da la fuerza para poder negociar y entonces sí, el otro tiene que ceder un poco y nosotros podemos ceder un poco, pero lo que muchos políticos entienden como negociación es llegar y ceder, y entonces se hace lo que el otro quiso y dijo.
La otra diferencia de Andrés Manuel con muchos políticos de la Izquierda mexicana es la vocación de poder. Se trata de tomar el poder por la vía electoral y no de agarrar unos cuantos puestitos en el Legislativo o en los municipios. No. Se trata de tomar el poder. Ahí se va construyendo la lucha pacífica, evidentemente, y luego nos cuenta, viene otra etapa, la segunda etapa importante del libro, que es cuando Andrés Manuel es presidente del PRD y nos muestra el salto electoral enorme que alcanza el PRD y nos va a describiendo una a una las innovaciones políticas que hace Andrés Manuel durante ese período: las brigadas del sol que van a tocar puerta por puerta, las nuevas formas de comunicación, las alianzas, las giras, todas innovaciones que hizo, las encuestas; las encuestas la considera una de las innovaciones importante.
Y una tercera etapa la sitúa como la campaña por la Jefatura de Gobierno del DF, donde empieza a aparecer la idea de la política social como centro importantísimo de lo que Andrés Manuel va a construir en la ciudad de México. Y aparece con el lema de “Por el Bien de Todos, Primero los Pobres”. Entonces, dice Martí, con eso Andrés Manuel se ancla en la Izquierda, porque está con los desprotegidos, con los débiles, con los oprimidos. Eso es estar con la Izquierda, los otros están con los poderosos. Recordemos, como dijo Fox que declaró que su gobierno era un gobierno de empresarios, para empresarios y por empresarios. Ahí mintió porque él no era empresario, él era simplemente un alcahuete de los empresarios, pero en fin.
Vuelven las giras, esta vocación de Andrés Manuel en la campaña del DF se vuelve a manifestar, entonces nos cuenta que hace 35 eventos territoriales a la semana, es una cantidad enorme. Las encuestas otra vez; otra gran lección de Andrés Manuel nos explica es crecerse al castigo: cuando lo están atacando otros se sienten derrotados y renuncian, se van y nos muestra cómo él saca fuerza de ese momento y es cuando la primera acción que hace siempre es movilizar a la gente. Cuando intentaron desautorizar su candidatura porque dizque no tenía los cinco años de residencia, con el desafuero, etc.; cuando no le querían dar presupuesto adecuado en el primer año de gobierno; en todos esos momentos moviliza a la gente, se apoya en ellos y crece con la movilización y logra salir del atolladero.
Después viene la etapa del Gobierno del Distrito Federal, donde la austeridad es muy importante, la política social y la obra pública. Me detengo un momento y con eso creo que voy a terminar. A Martí lo operaron recientemente, está muy cansado, entonces voy a ser más breve de lo que hubiera querido, porque es apasionante. Se puede uno pasar horas hablando de esto.
En la política social Andrés Manuel logra, porque se rodea de un grupo de colaboradores, sobre todo mujeres muy conocedoras de la política social en el mundo y con ideas muy fuerte. Estoy pensando en Raquel Sosa, Asa Cristina Laurel, Laura Itzel Castillo por mencionar a algunas y van poco a poco construyendo una concepción de la política social que es el gran contraste con el gobierno de Fox. Es una política social fundada en derechos, universalista, que se opone radicalmente a esta focalización minimalista del Programa Oportunidades que busca sólo a los pobres extremos y dice: esta familia sí, esta no.
Las políticas como la pensión alimentaria, como el programa de medicamentos y servicios de salud gratuitos son universales, son para todos y es ésta universalización la que distingue al Gobierno del DF. Al principio es rechazada muy fuertemente esta política y es criticada. Fox llega a decir que nos va a llevar a la banca rota la pensión alimentaria y después la copia. La muestra de que triunfó conceptualmente esta política es que la copiaron y ahora hay dos programas de pensiones para adultos mayores del Gobierno Federal: uno en localidades de menos de 50 mil habitantes y otro como parte del Programa Oportunidades. Es decir, ahí este es el punto central.
Martí dice con razón que Andrés Manuel posiciona la cuestión social como el centro que lo diferencia. Como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México no tiene en sus manos instrumentos de política económica, entonces no podía diferenciarse por la política económica, pero se diferencia claramente por la política social y construye los cimientos de un estado de bienestar que realmente se está construyendo en el Distrito Federal muy esperanzador.
Es un libro formidable Martí. Te felicito doblemente. Yo sé que esto se va a convertir en un best seller, que va a vender millones de ejemplares porque es un manual, un manual didáctico que nos va a ayudar mucho a todos. Felicidades.
Martí Batres Guadarrama
Compañeros, ando un poco malito y ya me quiero ir, ya ando cansadón. Pero primero quiero agradecer a tantos compañeros y amigos, todos muy especiales. Ya no va a dar tiempo de mencionarlos a todos, pero muchas, muchas gracias. Ya a todos los he visto aquí y les agradezco infinitamente su concurrencia y por supuesto que hayan leído el libro; Muchas gracias a Julio, a Ricardo, a todos ustedes.
Quiero decirles que tenemos un proyecto muy importante de transformación: recorre América Latina un proceso de cambio hacia la Izquierda con muchos matices, muchos problemas, muchos obstáculos, pero así como han ganado en otros países de América Latina, aquí ganamos también; la diferencia es que aquí no se reconoció el triunfo. El proceso que llevó a la victoria de 2006, victoria negada, victoria robada, fue un proceso con una intensa construcción, con estrategia, con un gran estratega que fue Andrés Manuel. ¿Cuál fue la clave más importante?: la gente, la gente.
En un país donde todos los políticos quieren ser amigos de los ricos, que Andrés Manuel quiera representar a los pobres es una gran ventaja estratégica para él y el movimiento. Por eso es tan difícil que lo puedan competir.
¿Cómo ha construido? Yendo abajo. Muchos dicen vamos a hablar con fulano, con perengano. El dice: no, vamos con la gente, ir arriba no suma, sino sobretodo abajo. Eso es la izquierda: abajo. Lo de abajo es la Izquierda. La Izquierda no es élite, la Izquierda es la parte oprimida, excluida de la sociedad, la parte explotada.
Luego dicen muchos: “hay que correrse al Centro, no hay que pelearse con los empresarios, hay que echarles un guiño”; pero por más guiños que les echen nunca nos van a apoyar, por más guiños siempre habrá otros que les van a ofrecer más, siempre la Derecha les ofrecerá más y nunca la Derecha podrá ofrecerle al pueblo, a la gente oprimida, a los pobres, un proyecto distinto.
Bueno, pues eso es lo que quiero decir y vamos a trabajar en ese proyecto. Por último, hay que ser distintos, no es cierto que si nos acercamos al Centro crecemos. Crecemos cuando somos distintos. Si la gente ve PRI, PAN, PRD, iguales, va a votar por el que gobierne, no va a votar por nosotros. Por eso hay que ser diferentes. Para que la gente vote por nosotros, hay que ser distintos.
Muchas gracias, compañeros; que la pasen bien.