13 de marzo de 2005

Discurso de Martí Batres, candidato a Presidente del PRD en el Distrito Federal, en el cierre de campaña realizado en el Monumento a la Revolución. Marzo 13, 2005.


Hoy cerramos campaña después de casi un mes de recorrido. Hemos visitado las 16 delegaciones. Hemos realizado casi un centenar de eventos y acciones políticas. Hemos tenido contacto directo con más de 40 mil perredistas a lo largo de esta campaña interna en el partido. Hemos hablado con militantes, sindicalistas, maestros, jóvenes, mujeres, intelectuales y miembros de organizaciones populares.

Aún antes de la elección del 20 de marzo ya hemos logrado varias victorias y transformaciones. Logramos introducir el discurso de la unidad y concretarlo en esta campaña y en esta fórmula, hicimos un nuevo tipo de campaña interna, hemos realizado la más austera campaña que haya habido en las elecciones internas del PRD, sin espectaculares, sin spots, sin gallardetes, sin carteles, sin mantas desplegadas por toda la ciudad, sin gastos excesivos, solamente con el contacto directo con los militantes perredistas de toda la ciudad, en esta campaña convertimos el rechazo al desafuero en nuestra principal responsabilidad, esta campaña fue una campaña hacia afuera, fue una campaña hacia la sociedad, y fue una campaña contra el desafuero del Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Así fuimos también a la PGR, a la Secretaría de Gobernación, a San Lázaro, a la Suprema Corte de Justicia, y entramos a los mismísimos Pinos, a la sede de la Presidencia de la República.

Todavía en estos días tenemos varias tareas internas que no hay que descuidar. Vamos a ganar, pero tenemos que hacer nuestro trabajo, no caer en confianzas excesivas, tener presencia con representantes de todas las planillas en las casillas, difundir la ubicación de las mismas y convocar al voto a todos los afiliados. Hay que ir a la elección con seguridad, con trabajo, con amplitud, con serenidad y con responsabilidad a tener elección política con un amplio apoyo de la base partidista, nosotros tenemos muy claro donde están los adversarios, ellos escogieron este momento para tratar de asestar el golpe contra el Jefe de Gobierno, sin embargo no nos distrajimos, no nos confundimos, no nos metimos a escaramuzas internas a perder el tiempo, sino que ubicamos muy bien nuestra responsabilidad número uno como dirección política y enfocamos todas nuestras baterías contra los adversarios de nuestro proyecto, por eso se equivocaron los que pensaron que íbamos a caer en los pleitos internos, prometimos la unidad y cumplimos desde ahora, nuestro discurso es unitario, nuestra práctica es unitaria y nuestra dirección política será unitaria todo el tiempo.

Nuestros adversarios no están adentro, están afuera, son el PRI y el PAN. El que no lo entienda no entiende nada de lo que está pasando en estos días. El PRD no existe para si mismo, para verse en el espejo todos los días. Existe para ser útil, volcado hacia la sociedad. El perredista que busque enemigos adentro hoy está condenado a ser rebasado por la base del partido.

Estamos viviendo una época de retos, y de oportunidades políticas.

El momento de América Latina es el momento de la izquierda, y mientras tanto se agota el ciclo neoliberal, la derecha retrocede.

Esos cambios marcan la polarización que hoy vive nuestro país. La gente está harta de neoliberalismo, de ese que defiende obcecada, y enfermizamente, el PRI y el PAN.

Por eso, el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador no ha dejado de crecer. En el imaginario popular, el apoyo a la vivienda, a los adultos mayores, a la obra pública, a las mujeres solteras, a los desempleados, a la educación forman una visión de país, Andrés Manuel representa el proyecto alternativo popular y nacional, y la recuperación social así como el final del sacrificio estúpido e inútil en el que ha sumido a este país, el neoliberalismo, con sus privatizaciones y con sus costos, la destrucción de la economía que trajo el crecimiento exponencial del narcotráfico.

La derecha gobernante está asustada y quiere asustar a todos, dice que si la izquierda llega al poder vendrá el caos, esa misma cantaleta conservadora la escuchamos ahora pero en voz del gobierno supuestamente del cambio, sin embargo habría que decir que si la izquierda llega al gobierno federal en México tendremos la estabilidad que hoy no tenemos, tendremos la inversión que hoy no tenemos; tendremos el respeto a los derechos ciudadanos que hoy no tenemos; tendremos la tranquilidad que hoy no tenemos; tendremos el respeto de la comunidad internacional que hoy no tenemos, y tendremos la dignidad de la Presidencia que hoy no tenemos.

Todos saben que vamos a ganar la elección presidencial. Lo sabe Fox, lo sabe Madrazo. Todos lo saben.

Por eso inventaron el asunto del desafuero. Pretenden hacer un fraude anticipado y retroceder a la época negra de Carlos Salinas de Gortari, hablan de Estado Derecho pero violan la ley todos los días, hablan de Estado de Derecho pero modificaron el contrato de los trabajadores del Seguro Social de manera unilateral, hablan de Estado de Derecho pero entregan a compañías extranjeras la exploración de pozos petroleros que es facultad exclusiva de la Nación, ellos son los que violan la ley y no Andrés Manuel López Obrador. Ellos quieren destruir la incipiente democracia que ha avanzado en el país. Pero no lo podríamos permitir, no nos lo podríamos perdonar nosotros, porque esta democracia incipiente la conquistamos nosotros, porque más de 600 perredistas dieron la vida para defender el voto y el derecho a elegir autoridades.

Lo que está haciendo Fox es una vergüenza, es una canallada, es un escándalo mundial, lo que pretende hacer Fox es un golpe de estado. Es Fox el que está detrás del desafuero, es el responsable político de esa intentona golpista. Lo que quiere hacer es lo mismo que hizo Porfirio Díaz a Francisco I. Madero, es lo mismo que hizo el régimen racista y fascista a Nelson Mandela, es lo mismo que hizo la dictadura militar a Inacio Lula Da Silva, es lo mismo que hacen las dictaduras cuando tienen a un líder al que no pueden derrotar con el consenso en las urnas.

Hace un par de días Vicente Fox declaró que el tema de desafuero, que “chiton”, que paz, armonía y felicidad, y que no iba a tocar más el tema, pero tengamos cuidado con Fox, porque es cobarde, es taimado y es profesional de la mentira.

No creemos en su palabra, no creemos en su tregua. Cuando Fox dice que ya no hablará del desafuero es porque quiere desmovilizarnos para asestar el golpe que pretende. Y lo quieren hacer en Semana Santa, o la próxima semana, en cualquier momento en que esté desmovilizada la población.

No confiemos en él, no nos confiemos y no bajemos la guardia.

En la lucha contra el desafuero no nos vamos a confundir, no nos vamos a cansar rendir, no nos vamos a dejar, no nos vamos a rajar, no nos vamos a arredrar.

Esta lucha va para adelante y va hasta el final. Vamos a movilizarnos para derrotar el desafuero.

Pero también deben quedar claros los escenarios.

Si no hay desafuero, nuestro candidato a la Presidencia de la República deberá ser Andrés Manuel López Obrador. Pero si hay desafuero, nuestro candidato a la Presidencia de la República tendrá que ser Andrés Manuel López Obrador.

O sea, que el plan A se llama López Obrador, y el plan B se llama Andrés Manuel López Obrador. Es más, más aún, si quieren traemos preparado un plan C también se llama Andrés Manuel López Obrador.

Más aún si llegan a meter a la cárcel a Andrés Manuel López Obrador, desde la cárcel será nuestro candidato a la Presidencia y desde la cárcel ganará las elecciones del 2006.

Esta es una lucha de proyectos. Quieren desaforar a Andrés Manuel López Obrador para sacarlo de la contienda del 2006, está claro y es obvio, es burdo y es grotesco, pero también quieren el desafuero para privatizar la energía eléctrica y para poner IVA en medicinas y alimentos, para quitarle a los trabajadores sus derechos con la llamada reforma laboral. Quieren el desafuero para quitarse de encima al gran dique que impida que siga avanzando la criminal política neoliberal. Quieren el desafuero para que nunca se esclarezca el Fobaproa.

Por eso es que vamos por el partido. Por eso es que vamos por el PRD, porque necesitamos un partido fuerte para defender el proyecto. Vamos a renovar al PRD en los hechos y más haya de los discursos, en la práctica y con lo que hacemos todos los días lo vamos a renovar y transformar porque así lo está exigiendo la sociedad.

Queremos un partido fuerte que rechace las privatizaciones de los energéticos y los impuestos a las clases populares.

Un partido que sea firme y que no ande negociando en lo oscurito.

Queremos un partido fuerte que defienda el proyecto de la igualdad, el bienestar social y sobre todo que defienda a los más pobres de la Ciudad.

Queremos un partido fuerte que abra sus puertas a los trabajadores del IMSS, a los electricistas, a los tranviarios, a los de limpia, a universitarios, a los de la aviación y los de industria.

Queremos un partido fuerte, de las clases populares, de los colonos y los comerciantes.

Un partido de todo el pueblo.

También queremos un partido fuerte que tenga su propia agenda a la ciudad, que al mismo tiempo que defiende al Gobierno de la Ciudad, plantee sus propuestas de gobierno, sus líneas ideológicas y que tenga un ambicioso programa de formación política para sus militantes.

Queremos un partido con una dirección fuerte que represente a todo el partido y no sólo a una parte de este, que represente a toda la diversidad que es el PRD, todas sus corrientes pero también al militante de base que no pertenece a ninguna corriente dentro del PRD.

Somos una izquierda definida, una izquierda social, una izquierda democrática, una izquierda patriótica y una izquierda moderna.

Somos una izquierda social porque las clases populares son la base fundamental, sujetos y destinatarios de nuestro programa.

Somos una izquierda democrática porque buscamos el poder por la vía de las urnas.

Somos una izquierda patriótica porque reivindicamos nuestra cultura, nuestra historia, nuestra identidad, nuestra soberanía para lograr la igualdad con las otras naciones del mundo.

Somos una izquierda moderna porque respetamos la diversidad cultural, étnica, sexual, la equidad en los géneros, y todas las culturas de una gran ciudad universal como es la gran Ciudad de México.

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